Crea en “la onda de esperanza”
El 6 de junio, asistí a una ceremonia en el Cementerio Nacional de Arlington para conmemorar el aniversario n.° 50 del día en que Robert F. Kennedy fue asesinado en el hotel Embassy de Los Ángeles en 1968. El final de la década de 1960 fue una época turbulenta en la historia de los Estados Unidos, y el mensaje de optimismo y esperanza de Robert Kennedy resonó entre muchos estadounidenses. Todavía podemos aprender de su llamado a las personas para que defiendan lo que creen y continúen luchando, aun cuando las probabilidades parezcan estar en su contra.
Como dijo en su famoso discurso de 1966 en Sudáfrica: “cada vez que un hombre defiende un ideal, actúa para mejorar la situación de los demás, o ataca la injusticia, envía una pequeña onda de esperanza. Esta onda se cruza con otras ondas desde un millón de centros diferentes de energía y valor y construyen una corriente que puede derribar los más poderosos muros de opresión y resistencia”.
Como sindicato, tenemos ideales que defender e injusticias contra las cuales luchar. Uno de los ideales es la creencia de que los niños y niñas de este país deberían tener derecho a asistir a escuelas que sean seguras y se encuentren en condiciones propicias para el aprendizaje. Por esta razón, hemos estado luchando por invertir en nuestra infraestructura escolar. Tristemente, como nación hemos dejado que nuestras instalaciones escolares se deterioren a condiciones que son inaceptables. Nuestro trabajo en el Día del Cabildeo y a diario muestra nuestro compromiso con esta causa (página 15).
El apoyo que recibimos como resultado de nuestro trabajo es un gran paso hacia la obtención de inversión federal para mejorar nuestra infraestructura escolar. Es lo correcto para nuestros hijos, para nuestras comunidades y para nuestros miembros, que se beneficiarán de los empleos creados por esta importante inversión.
Las escuelas públicas son solo una parte de la infraestructura de nuestra nación que se está desmoronando y que clama por una renovación urgente. Muchos edificios históricos, incluyendo algunos en la capital del país, deben restaurarse. Desde 2014, los miembros de la Unión Internacional de Albañiles y Artesanos Aliados (International Union of Bricklayers and Allied Craftworkers, BAC) Local 1 de Maryland/Virginia/DC han estado trabajando dentro y fuera de la sede administrativa de Cannon House para restaurar este centenario edificio del Congreso a su antigua gloria (página 3).
En la ciudad de Nueva York, el movimiento “Count Me In” (Cuenta conmigo) es otro gran ejemplo del movimiento obrero que lucha contra la injusticia y para mejorar la situación de los demás (página 6). Nos mantenemos firmes junto a nuestros hermanos y hermanas de los sindicatos de construcción de la ciudad de Nueva York para luchar por la dignidad en el lugar de trabajo. Los empleos en los sindicatos proporcionan a la gente trabajadora una calidad de vida decente. El movimiento está luchando para obtener salarios justos, lugares de trabajo seguros, buena atención médica y una jubilación segura. Estamos orgullosos de ser parte de eso.
El mensaje que Kennedy envió en ese entonces sigue siendo relevante hoy. No hay atajo para el éxito en el movimiento obrero. Hermanos y hermanas, debemos esforzarnos por continuar nuestra lucha por los derechos de los trabajadores y apoyarnos unos a otros a lo largo de la misma porque, cuando cada uno de nosotros está decidido a “enviar una pequeña onda de esperanza”, podemos ganar juntos.