Las elecciones tienen consecuencias
JOURNAL: ISSUE 1 - 2017
El año pasado, a medida que se acercaban las elecciones de noviembre, nuestro Sindicato hizo todo lo posible para educar a nuestros miembros sobre la importancia de las elecciones y lo que estaba en juego. Nuestros esfuerzos rindieron frutos. Los miembros del sindicato respondieron con una participación electoral nunca antes vista el día de las elecciones. Pero desafortunadamente, como todos sabemos, los resultados de las elecciones no fueron los que esperábamos.
Las elecciones tienen consecuencias y estamos viendo y viviendo las consecuencias de estas elecciones como la instauración de políticas antitrabajadores y antisindicales tanto a nivel federal como estatal. El panorama político actual es arriesgado. Las elecciones federales más recientes, junto con la erosión constante del Partido Demócrata en los parlamentos en todo el país, han dejado a los movimientos sindicalistas en la posición más débil que ha tenido en generaciones.
A nivel federal, el presidente Trump ya ha derogado la Orden Ejecutiva que evitaba que las compañías que violaban de forma rutinaria los derechos de los trabajadores obtuvieran contratos federales. Muchas otras normas importantes y Órdenes Ejecutivas están en riesgo, incluso quizás la más importante, la Regla de sílice, emitida por el Departamento de Trabajo el pasado marzo. A pesar de que la Regla de sílice mejora la protección de millones de trabajadores que incluyen a los miembros de BAC, expuestos a polvo de sílice que causa silicosis o cáncer de pulmón, se ha impugnado en el tribunal y la administración Trump no ha indicado si defenderán la regla.
En el Congreso, ya se ha introducido una ley nacional de Derecho a Trabajar en contra de los sindicatos, así como otras leyes que atacan las protecciones actuales a los salarios de la ley Davis-Bacon y los Contratos de Mano de Obra. La situación ha empeorado a nivel estatal, en el que los republicanos tienen 69 de 99 de las asambleas estatales y 33 gobernaciones. Desde las elecciones de noviembre, dos estados (Missouri y Kentucky) ya han promulgado leyes polizón de Derecho a Trabajar estatales, lo que lleve el número de estados polizón a 28. Algunos otros estados están moviendo legislación para eliminar o debilitar las leyes actuales estatales de salarios (ver la página 15 para más información). Incluso el gobernador demócrata de Connecticut, Molloy, ha propuesto ajustar el umbral de la ley actual de salarios en ese estado.
Haremos todo lo posible para hacer retroceder este plan antisindical. Como siempre, estamos dispuestos a trabajar con cualquier persona, sea demócrata o republicana, que apoye las prioridades de nuestros miembros y del movimiento sindicalista. Pero cuando los políticos atacan protecciones esenciales a los trabajadores, los haremos responsables sin importar su partido político.
Debido a estos desafíos políticos, estamos en una situación muy precaria. Con una modificación de los distritos en 2020, las elecciones en los próximos tres años serán muy importantes. Pero como el sindicato continuo que ha servido por mayor tiempo en Norteamérica, siempre hemos sido capaces de asumir desafíos como estos. En las buenas y en las malas, seguiremos peleando por nuestros miembros con uñas y dientes.